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Ignacio Fernández de Palleja: Poemas.

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Ignacio Fernández de Palleja























   1

Tuve una pesadilla.
Estaba solo, sin más armas
que un libro de poemas
frente a un enorme vacío.

Las palabras, borrosas a mis ojos,
se perdían en el humo del alcohol
de las paredes, de los vidrios,
de las columnas que sostenían
un paréntesis vacío que no saldría
en las noticias,
ni mejoraría la vida de las limpiadoras
de los shoppings. Ni evitaría
el avance del ejército de pordioseros
profesionales que todo lo convierten
en cartón y en retroceso.

Mi voz sonaba como una ecuación
dicha abajo del agua destilada
que rueda en torno a los pilares
de un puente inútil, mis sílabas
avanzaban escuchándose en espejos,
cada sonido era un lirio invisible.

Un dios inexistente me miraba
como quien ve descascararse las paredes,
mientras evaluaba si debía despertarme
o seguir dantesco, sin sentido,
reiterando un ritual para el olvido.


2

La petalofloro de lingvoj estas transparent,
egala, permanenta kaj tute ne.

Un lenguaraz se cría en Babel,
e intérprete contumaz, resiliente,
busca la paz pariendo en el papel
signos que armonicen a la gente.

Urdió una semilengua que es un puente
uniendo mil riberas y ninguna,
ungió con la razón aquella fuente
de modo que la misma ubicua luna

nos refleje con igual nomenclátor
y nos haga más livianos, traslúcidos.
Pero en la marea de los actos

las verbos se hicieron islas y pecios
y ya deslenguados supieron, lúcidos,
que la voz universal es el silencio.


a Zamenhof, que lo envidio


3

Este otoño no termina,
se vuelve perenne.
Las hojas se detienen en el aire,
quedan ahí, a media altura,
a medio color,
en un semiocaso húmedo
en el que se acumula la leña sin usar,
en una decadencia persistente.
Nos estamos poniendo subtropicales
y tiemblan los vendedores de abrigos,
nos resistimos a soltar nuestras vejeces
al aire aséptico del invierno,
nos estamos deteniendo pero tarde,
habría sido mejor en el verano.
La culpa es de la Intendencia,
siempre a destiempo.


4

Das Wort tötet das Leben”

Kaiser

Los párrafos uno tras otro
traían revelaciones hechas de brillo y contraste,
desarrollo y estocada.

Era el texto paradójico de incesante crecimiento
de un suicida
cuya lengua sin familia
me recuerda a las hojas de la acacia
que salen a borbotones como manos
en melena que se cierra cada noche
del mismo modo que terminan los capítulos
y arremeten sucesivos.

Contaba la historia de un dramaturgo que se daba
a la fuerza castradora de una idea,
cuyos ecos contagiosos aún se gritan,
y dejaba su talento sojuzgado
por consignas inferiores a sí mismo.

Las palabras finales de su obra
hablaban de palabras herbicidas
en el último estertor de una mano que nunca más
se parecerá a la vida.

Sin embargo si se deja a la mano
que tome el tronco y las ramas del relato,
con su ritmo natural,
las hojas finalmente se parecen
a las hojas.


5

Voy deslizándome hacia casa.
La bajada es larga, segura,
la flanquea la niebla
que cae sobre la cancha de fútbol.
Unos cedros se recortan, fantasmales,
como jueces viejos y ladrones.
El humo baja de las tribunas
y esconde jugadas misteriosas,
una liebre vuela por la punta,
un tero protesta fuera de lugar,
un perro mea los postes y el área chica.
Voy deslizándome al borde de la cancha,
ojalá que no la tapen de casas y parlantes,
cuando sea fantasma quiero entreverarme
en esos partidos, sentirme vivo como nunca
y correr hasta quedar muerto.


6

As frases e as manhãs são espontâneas”

João Bosco

Las flores, los tigres, el oro,
la decadencia de los imperios,
la deriva de los mares,
los tsunamis migratorios,
lo que mueve los dedos del guitarrero,
el fresco de las esquinas coloniales,
los yuyos, el chiflido del viento
desde adentro del coronilla,
las cuchillas grandes, el rastro
que sigue el gato que camina
hacia su presa y hacia su fin,
el baile, la risa, el grito, las caderas,
las curvas y el hambre, mis ojos
en tus ojos son espontáneos,
la frase del mate de mañana,
el mundo es espontáneo, amigo João,
y hay que ensayarlo todos los días.


7

La noche se mueve gris y segura,
va a pintar de nada
los espacios de las hojas,
va a sacudirlo todo
con su trapito enorme,
nos trae la muerte cotidiana
como un fregacito,
la noche cabalga sólida
y fría,
arrincona a la vida,
que se refugia
en los invernaderos
y se reescribe a sí misma
resumida, en pocas palabras.


8

Hay una hora oblicua con cuyo sol
uno mira las cosas de más lejos,
desde una ventana circunstancialmente
feliz.
La gente va por sus cauces,
las aguas son doradas,
el mate está bueno, espumoso,
los motores van llegando a término.
Hay un minuto vivo, recién comido,
después del cafecito, de dientes limpios
como tacitas en el escurridor,
con aires de trabajo pronto
cual los huesos aflojándose.
En ese segundo en que todo está bien
cobran sentido y se embellecen
los ladrones de la paz,
los hambrientos, los mutilados,
los protocolos imperiales,
las mujeres que te dejaron y lloraban,
los malos jugadores,
la historia universal de la tipografía,
las lenguas vivas pero ciegas.
Sentado en una silla cualquiera,
con gente elegida por el azar,
la ola de la Historia te sostiene en su cenit
por un instante estancado.


9

La copa se abre, celeste y limpia,
y derrama vino frío y seco
sobre la boca del instante.

Todo es posible y visible,
hay una inundación estética
de cuentas claras y tranquilas.

Oigo una melodía de pasturas
vistas desde la ventana
con cuerdas de leña,
nacidas y criadas.

El pasado y el futuro se congelan
panorámicos, pausados,
y se necesita pensar mucho
para imaginar que vuelva a nublarse.


10

Acabo de tener una visión muralista.
No, no es pintura, si yo no soy capaz
de imaginar colores, ni formas,
ni tetas revolucionarias, ni perspectivas,
si no hay modo de que mis figuras humanas
rocen los conceptos de proporción ni perspectiva.
Es literatura mural, muchachos, grandes extensiones
de paredones blancos cubiertos
por endecasílabos enjutos, tannatos, por dodecasílabos
cabernetsauvignónicos, por octosílabos ecuestres,
alejandrinos raras veces pero por qué no,
por versos de libertad engañosa, bajo palabra,
por prosas hechas de malicia y profundidad,
descuidos aparentes envenenados como dardos,
textos de todo tipo como noticias falsas,
cuentos de terror para los callejones,
novelas porno para las zonas rojas,
mentiras canónicas para los conventos y los comités,
falacias de colores para los agentes de prensa,
ortografía divertida para los patios de las escuelas,
décimas jineteando el instante en las yerras,
consignas de amor en los despachos de los gobernantes,
en tu cuerpo jaicus blancos, instantáneos
como el primer brote de perfume del jazmín
y en los montes, en el papel de regalo extenso del campo,
en la efe constante de las playas, en las quebradas,
en las lagunas, en los bañados, los palmares,
en las cuevas de los bichos, en el cielo y en las nubes
nada más que el silencio del que escucha
el soplo que recorre el muro de la tierra.


Ignacio Fernández de Palleja (Maldonado, Uruguay, 1978) Poeta, narrador, periodista cultural, traductor y profesor de literatura española y de lengua portuguesa. Ha publicado en poesía: Poemas desde un Peugeot rojoy una carretera quieta (2012)y Poemas altibajos (2012)y el volumen de relatos: En negro y negro (2012).



Novedad Editorial: Alejandra Mendé.

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Melani Krämer – escultora: Julián llega a su casa en Avellaneda.
Lo hizo entrar hasta el jardín y le ofreció sentarse en un banco. “Enseguida estoy 
con vos ”, le dijo.
Entre tanto, Julián, observó los objetos exteriores. La mesa de cemento en la galería sostenida en una base del mismo material que parecía el tronco de un árbol gris, de hojas grises, y de eventuales flores grises.
- Preparo un termo de café y vamos al fondo, al taller – Le dijo
Hidalgo, caminó entre las sombras y los pliegues erráticos del jardín desconocido, hasta toparse con una montaña de restos de estatuas: brazos, dedos, piernas, cabezas, talones, pantorrillas, pelvis, ombligos, palmas, cuellos, pechos, torsos..., un montón de mutilaciones esculpidas. La falla mordiendo la estética y el hombre, buscando su signo en el vacío.
(Fragmento)





Alejandra MendéBuenos Aires (1956) De 1997 a 2002 dirigió La Juntaluz, letra y arte, publicación cultural independiente. Fue miembro del consejo de redacción de OMERO poesía. Publicó ensayos literarios en diferentes medios. En 1997, en colaboración con Jorge Rivelli publicó Hebra Mojada (plaqueta ediciones rebus, colección cuadro conjetural ) y la obra de teatro Cuadro Conjetural. En 2001 publicó Laberinto Poético.
En la actualidad  coordina web de talleres literarios, de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares: literatierra. En 2007 Fue Jurado del Concurso Latinoamericano de Bibliotecología Fernando Baez.
Conferencias: III Bienal Nacional de Literatura Ramón Palomares, Trujillo. Charlas en la Feria del Libro, homenaje al periodista y cronista Leopoldo Villalobos,  Bolívar. Feria del Libro de Maturín, Venezuela. Publicó «letras cardinales» OMERO libros (2012) y «la obra del señor joyce»plaqueta OMERO libros (2013).

Novedad Editorial: Jorge Rivelli.

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la cerveza tibia es una buena bebida para las moscas monótonas que revolotean alrededor de mi cabeza en llamas en esta tarde de verano sin un alma en pie sed que hunde sus garras en la garganta agotada frente al mozo del solitario bar del andén en este pueblo bonaerense que cree que las moscas son ángeles curadores de los habitantes del purgatorio magistral muerte en escena se repite parpadea destellos de huesos plásticos hasta quedar calcada en la retina la barra la hilera de vasos vacíos el último casi lleno y yo parado mirando por la ventana los rayos de sol cocinando el cemento gris y la tierra en un profundo silencio mientras beben mis demonios pienso si es posible que ellos también sean curadores o sólo guías del séptimo círculo del infierno o la extensión de la realidad cotidiana 

…………………………………………………………………………………………….

edgard alan poe y
su última copa en baltimore
hart crane y la hélice
dando vueltas bajo
un mar de bourbon
dylan thomas y
la hilera de dieciocho
medidas de whisky
jack kerouac en el camino
de tragos y desmayos
bukowski el bar
la sangre en el vidrio roto y
poemas escritos en la botella
joseph brodsky
vinos encendidos como velas
en la marca indeleble del dolor
ernest hemingway
entre el mauser toros y tragos
debate cuentos
con la boca abierta
juan carlos onetti
decapita el espíritu
de recipientes con vahos
en la etílica cuna de santamaría
malcom lowry perpetrado
bajo un volcán de tequila & tinta
dispara ayudas suicidas
robert lowell montado
en las estatuas de buenos aires
con un martini en la mano y
una aceituna en el ojal 
jorge teillier le da tinta al tinto
para la muerte
que bebe en el bar
osvaldo lamborghini
madre hogarth madre hogarth
calle corrientes y barcelona
inundadas de ginebra
todos brindando
en año nuevo y
364 días más
salud!!!
a los poetas  
mil poemas mil botellas                                                                                                  y un amor vertical                                                                                                                                                                            

…………………………………………………………………………………………….

Por su gran capacidad de adaptación a toda clase de climas, el Cabernet Sauvignon es considerado como el rey de las variedades tintas. Su uva, originaria de Burdeos, Francia, produce un vino con marcada acidez, áspero y con fuerte presencia de taninos. Madurado, resulta un vino sabroso y con cuerpo. Posee colores intensos y aroma complejo a frutas, trufas, café, pimiento verde y cassis.
A menudo, resulta beneficiado si se añeja por varios años.
En nuestro país, se lo cultiva a lo largo de toda la ruta del vino. Es ideal para acompañar carnes, estofados, pastas, guisos y postres.

Racimo: es "suelto" aunque compacto, de color negro azulado, cónico.
Uvas: pequeñas, de piel gruesa, redondas, negras y jugosas.
Maduración: tardía, ideal para zonas templadas con otoños suaves.


…………………………………………………………………………………………

no sé si salí del neuropsiquiátrico del bar o la cárcel
con papeles quemados en los bolsillos
vomitando imágenes de televisión
no me importa si alguien me ve
con estos símbolos patrios
bajo la piel empapada de sustancias químicas
ni siquiera con la cabeza peinada de instrumentos quirúrgicos
y mis palabras subtituladas al pie de la pantalla

jorge rivelli (bs. as. 1954) publicó: un tiempo para matar- arché ediciones,  colección plaquetas (1991)-, movimiento en fuga – arché ediciones, colección plaquetas (1992)-, trompe l’oeil –arché ediciones (1994)-, hebra mojada en colaboración con alejandra mendé - plaqueta ediciones rebus, colección cuadro conjetural (1997)-; matambre –papel tinta ediciones, colección pluma fuente (2004)-; las calles terminan en los bares – papel tinta ediciones, colección pluma fuente (2005) - premio fondo nacional de las artes (2004)-; platos de agua / copas de fuego-homenaje a charles bukowski-, omero libros (2012) y a mi primo sergio (el barítono) – omero libros, colección plaquetas (2012)-.  formó parte de las antologías: legado de poetas ( poesía social argentina 1956-2006)- ediciones patagonia 2007- y poetas & putas -ediciones patagonia 2008- de 1999 a 2009 dirigió la revista de poesía omero.




La editorial Punto de Encuentro presenta su colección de novela policial “negra”.

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El jueves 19 de diciembre, a las 19 horas, la editorial Punto de Encuentro lanzará su colección Código Negro, dedicada a la novela policial, en el café El Gato Negro, en Corrientes 1669, primer piso.

La presentación de la nueva serie estará a cargo de Rubén Tizziani, Raúl Argemí, Miguel Molfino, Juan Sasturain y Kike Ferrari.

Código Negro, dirigida por Rolo Diez (México) y Roberto Bardini (Argentina), publicará obras de autores de América Latina y España. Además, editará cuentos, ensayos, artículos y entrevistas que tengan vinculación con el género.

Las novelas

Los cuatro primeros títulos de la colección son El Gordo, el Francés y el Ratón Pérez, de Raúl Argemí, Que en vez de infierno encuentres gloria, de Lorenzo Lunar, Noches sin lunas ni soles, de Rubén Tizziani, y Chau, papá, de Juan Damonte.

El Gordo, el Francés y el Ratón Pérez: En una pequeña ciudad del interior, el secuestro de la esposa de un magnate local desata una vorágine de ambiciones, traiciones y crímenes en la que se mezclan una mujer fatal, un anciano millonario, un ex policía con un pasado turbio y tres lamentables delincuentes.

Que en vez de infierno encuentres gloria: Leo Martín es un joven policía cubano que acaba de ser ascendido a Jefe de Sector en un barrio marginal de Santa Clara, donde nació y creció junto con borrachines, prostitutas, traficantes y humildes trabajadores. Es un bajo mundo donde circulan ron de fabricación casera, carne del mercado negro y estupefacientes. Y allí deberá descubrir al asesino de un viejo amigo.

Noches sin lunas ni soles: Cairo deambula por Buenos Aires con un revólver en la cintura a la espera de una oportunidad para huir del país, mientras sus ex cómplices y la policía lo buscan. A todos los une el mismo motivo: un botín de 60 millones de pesos ocultos en algún lugar. Mientras tanto, un antiguo compañero de andanzas del prófugo –que es su mejor amigo– agoniza en Paraguay, donde lo aguarda. No es buen momento para enamorarse de la ex prostituta que lo acompaña en la fuga, una atractiva rubia dispuesta a seguirlo hasta el fin del mundo.

Chau, papá: Carlos Tomassini acaba de cumplir treinta años en plena dictadura cívico-militar. Y vive las 48 horas más vertiginosas de su vida, complicado por el alcohol, las drogas y la paranoia, además de una “familia” mafiosa que desea redimirlo, policías que lo persiguen, un ex mercenario francés que quiere asesinarlo y la búsqueda de un primo “subversivo” secuestrado por la Triple A.
 
Los autores

Raúl Argemí (La Plata, 1946), luego de vivir en la Patagonia, donde trabajó como periodista, en 2000 se radicó en España. A partir de entonces se dedicó casi exclusivamente a escribir, obtuvo varios premios –entre ellos el Dashiell Hammett que otorga la Semana Negra de Gijón– y se convirtió en un autor de éxito. Sus libros han sido traducidos al francés, italiano, holandés y alemán. En diciembre de este año regresó a la Argentina

El Gordo, el Francés y el Ratón Pérez, publicada en 1996, fue su primera novela. Le siguieron Los muertos siempre pierden los zapatos (2001), Penúltimo nombre de guerra (2004), Patagonia Chu Chu (2005), Siempre la misma música(2006), Retrato de familia con muerta (2008) y La última caravana(2008).

Lorenzo Lunar, nacido en 1958 en Santa Clara (Cuba), obtuvo el Premio La Pluma de Cristal otorgado al escritor más leído en Cuba durante 2012 y parte de su obra ha sido traducida al alemán, francés e italiano.

Lunar ubica en el barrio en que nació las peripecias de Leo Martín, personaje de la trilogía Que en vez de infierno encuentres gloria (2003), La vida es un tango (2005) y Usted es la culpable (2006). Con el primer título ganó el Premio Brigada 21, de Barcelona, a la mejor novela negra publicada en castellano en España y el Premio Novelpol, de Asturias. Con el segundo recibió en 2007 el premio internacional de relatos de la Asociación Internacional de Escritores Policíacos de Bulgaria.

Rubén Tizziani (Vera, Santa Fe), periodista, escritor y guionista, es un precursor de la novela “negra” en Argentina junto con Ricardo Piglia, Juan Carlos Martelli, Juan Carlos Martini, Sergio Sinay y Osvaldo Soriano.

Ha publicado Las galerías (1969), Los borrachos en el cementerio (1974), El desquite (1978), adaptada al cine en 1983, Todo es triste al volver(1983), Mar de olvido (1992) y Un tiburón de ojos tristes (2000). Noches sin lunas ni soles, publicada por primera vez en 1975, también se convirtió en película diez años después.

Juan Damonte (Buenos Aires, 1945-México, 2005) de joven fue fotógrafo en varias publicaciones argentinas y, en los últimos años de su vida, trabajó en México como traductor (hablaba y leía en cinco idiomas).

Chau, papá, el único libro que publicó, lo consagró como escritor del género “negro”. Fue traducido al italiano y el francés, y en 1996 obtuvo el premio Dashiell Hammet a la mejor novela negra en castellano que se otorga cada año en la Semana Negra de Gijón.
 


César Fernández Moreno: Aclaraciones sobre un río.

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César Fernández Moreno





















cada ciudad tiene su río
si no quién la hubiera alimentado cuando era pequeña
pero en la orilla opuesta del Sena está París
Londres en la del Támesis

pues bien gentes de París y Londres
gentes de Buda gentes de Pest
sabed que en la orilla  opuesta del río de la Plata no
                      sigue Buenos Aires
sale Montevideo
pequeña ciudad de un pequeño país igual pero distinto

y a veces yo me enojo con Buenos Aires
me digo es una máquina herramienta
sus habitantes somos caballos de fuerza
aquí sólo se puede ganar dinero para ir a gastarlo en otras
                   arboladas ciudades

subo entonces de un salto al vapor que noche a noche
                   cruza al río
llego a Montevideo
me dejo mecer por sus planos inclinados
almuerzo en la orilla con mis primas hermanas
mi oído va catalogando las pequeñas variedades de acento

el mar está más cerca hirviendo de mundo
de tan intenso el día se va poniendo al rojo
después al gran azul profundo
y termino guardado por amigos que sin saber tenían un
                    cuarto de huéspedes

al día siguiente vuelvo a Buenos Aires
y otra vez la beso en los labios
                     de su herida


César Fernández Moreno (Buenos Aires, 1919-París, Francia, 1985).

Fernando Butazzoni: Premio Nacional de Literatura, Horacio Verzi, Uruguay.

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Mi compadre se despachó en 2011 con una novela monumental, titulada "El infinito es solo una forma de hablar". El libro pasó casi inadvertido en el fárrago de novedades y frivolidades del momento. Ahora, dos años después, el Ministerio de Educación y Cultura le ha otorgado el Premio Nacional de Literatura a ese libro y a ese autor. Mi alegría es doble, o triple: porque la novela es excelente, porque el autor es amigo mío, y porque desde que leí el original me quedé maravillado con aquella escritura. Así es que, con orgullo y un pelín de soberbia, reproduzco lo que escribí en aquel momento (15 de octubre de 2011), cuando El infinito... era casi un libro secreto. 










El infinito


El mundo humano es palabrero. La palabra estuvo en el comienzo de todo. La novela de Horacio Verzi representa un empeño casi disparatado por establecer de una vez por todas las coordenadas de ese proceso de invención del mundo por parte de los hombres. A partir de un personaje extraño y a todas luces exótico en el universo fluminense de los años 40 del siglo XX, el autor elabora con una precisión por momentos desesperada la historia de Occidente, que es también la historia del monoteísmo, la historia de la civilización, en fin, la Historia.
La novela posee el aliento de las grandes catedrales, y es eso: una construcción de dimensiones excepcionales, sólidamente asentada en los siguientes pilares: a) la erudición monumental, b) la estética intransigente, c) la lógica narrativa sin fisuras, d) el espíritu crítico afiladísimo, e) la dramática intelectual. Estos pilares  van levantando la catedral palabrera de Verzi lo largo de la obra, y son ellos los que sostienen la “nave central” (las sesiones o trances del maluquinho Eróthides), las naves laterales (el drama de la guerra lejana y a la vez íntima, la declinación de Stephan Zweit hasta su suicidio, la compleja relación del narrador y Monique, las charlas cargadas de tensión entre los anfitriones y sus invitados) , así como las casi infinitas reparticiones, cavas, nichos, hornacinas, templetes, altares, cúpulas y púlpitos que componen  tan laberíntico edificio narrativo.

Las sesiones en las que Eróthides se retrotrae a un pasado (¿imposible?) le permiten al escritor transcribir, muchos años después y mediante supuestas versiones taquigráficas, el discurso unificador de los padres de la iglesia, pero también las múltiples influencias filosóficas y mágicas del mundo antiguo, y la verdadera penuria de los soldados de Ciro en Persia, y la forma de combatir de los hoplitas, y las condiciones del amor en la Grecia clásica, y el concepto de “desierto” en la tradición teológica greco-judía (que, como se verá, no es ni griega ni judía), y muchos otros episodios de un pasado demasiado remoto como para ser conocidos a cabalidad por el hablante.

Uno tiene la inquietante sensación, mientras lee las transcripciones de Eróthides, que en realidad el poseso es Verzi, porque parece evidente que el personaje de la novela es solo eso: un personaje, un invento, una fabulación del autor. De todas maneras, lo que dice Eróthides es profundamente verdadero, por lo que las posibilidades terminan por conducirnos a un callejón sin salida, lleno de preguntas. En efecto: si Eróthides existió de verdad, y si Verzi no hace más que transcribir lo que el maluquinho dijo en sus trances, entonces debemos asumir que toda la historia del psiquismo debe ser revisada. Pero si el “loco” Eróthides es una creación del autor de la novela, entonces debemos preguntarnos qué fuerzas sobrenaturales han permitido que en una sola persona
el autor de la novela se concentre tal volumen de conocimiento, no en el sentido académico y superficial del término, sino en su sentido más profundo y menos convencional: el conocimiento como sabiduría. Este primer pilar, el de la erudición, convierte a Verzi en una especie de manantial inagotable, en el que brotan incesantes las citas, las reflexiones y hasta los sentimientos de un mundo lleno de arcanos, perdido para siempre.

El segundo pilar, el de la estética intransigente, tiene que ver con una especie de porfía que el autor parece entablar con todas las corrientes narrativas en boga: las engulle, las digiere y las convierte en algo diferente. Verzi nos dice, con su novela, que no todo está perdido, que aún es posible rescatar la gran tradición narrativa de Occidente, que a la fórmula impuesta por el mercado actual (historia lineal, lenguaje simple, algún romance, 300 páginas) se le puede oponer otro que no pasa por la “innovación rupturista” (Unamuno dixit) sino por la reapropiación de la grandeza ya casi perdida de la mejor novelística de los siglos XIX y XX. Carpentier está dentro de “El infinito…”, y también Yourcenar, y antes Tolstoi y después John Irving, y Chavarría y muchos otros. No tiene empacho el autor en cotejar, citar, desarrollar ideas de pensadores, historiadores, teólogos y cabalistas. En fin, al hablar de “estética intransigente” hablamos de una apelación al lector hembra de Cortázar, al lector como parte sustancial de la creación literaria (no de su posterior mercadeo).  Verzi sabe (debe saber) que su novela es compleja, extensa, poco amable. Su apuesta tiene un significado que trasciende incluso a la propia novela. Su apuesta es
lo será de todas formas una lección para miles de escritores en todo el mundo.

El tercer pilar tiene que ver con lo que se conoce en teoría literaria como la “lógica narrativa” (Barthes, Propp, et al) y hace a la estructura de la novela. Más allá de las dificultades que el autor coloca a cada paso en el camino del lector, rápidamente se percibe detrás de esas dificultades u obstáculos una secuencia que armoniza el todo y sus partes. Las sesiones, las veladas en casa de los anfitriones, la relación establecida entre los distintos personajes, la puntuación, los adjetivos, el tempo de cada episodio, todo está dispuesto de tal forma que no hay rupturas. La novela es entonces un sólido bloque que funciona según sus propias y peculiarísimas reglas, y que no se aparta en ningún momento de ellas. Esta lógica es la que le permite a Verzi la proeza, pues solamente con una estructura muy sólida y trabada puede emprenderse semejante narración. El resultado es una especie de hipnosis que gana al lector a medida que comprende (y adivina) lo que sucede, lo que va a suceder. Y al lector lo gana la curiosidad, la vaga sensación de que ahí se cuentan cosas que nadie más sabe, que nunca antes fueron contadas de esa manera.

El espíritu crítico es el cuarto pilar sobre el que se alza “El infinito…”. Se trata de una visión del mundo y de la historia en la que todo está para ser revisado. Este espíritu se organiza en secuencias: Cristo hijo de Dios, Cristo hombre, Dios el Uno, el dios de los dioses, el proceso de la doctrina y la doctrina misma. O este otro: la guerra, las guerras, el sentido del honor, el horror y la belleza, la fascinación por las armas, la construcción de un guerrero. O: Hitler, los judíos, la lejanía de los progromos, la imposible lejanía de los progromos, el dolor de Israel, la maldición de Israel, la muerte como redención. El espíritu crítico pone bajo la lupa muchas de nuestras más asentadas convicciones sobre los procesos culturales que han dado como resultado la llamada “civilización occidental”, y en muchas ocasiones nos deja perplejos. Para el autor, todo debe ser revisado.
Por último, el pilar más curioso (y poco transitado en la narrativa contemporánea) es el de la llamada “dramática intelectual”. Quiero decir con ello que a lo largo de la novela asistimos a verdaderos procesos, a torneos del pensamiento que van a terminar por delinearnos como sociedades: el comercio, la vida en las ciudades, la magia y la espiritualidad, la lucha por establecer un canon cristiano inapelable, las formas del amor y de la guerra. Todos estos asuntos (y muchos otros) asumen en “El infinito…” la forma de una progresión dramática que siempre implica una revelación, y que es llevada adelante por los personajes que aparecen en la historia (que en muchos casos son personajes de la Historia). Y de esa revelación no surge una certeza sino una nueva forma de preguntarse cómo y por qué somos lo que somos.

En resumen, en mi opinión “El infinito…” de Horacio Verzi es una de las más extraordinarias novelas escritas en los últimos años. Lo es por su ambición, lo es por su lenguaje y lo es por su forma de plantarse ante el más grande de los dilemas del hombre contemporáneo: la palabra versus la imagen. Esto es: sostener la tensión espiritual de cada ser humano o, por el contrario, diluirse en los mares hipotensos del consumo y en la faramalla de imágenes que nos deja mudos como individuos.


Horacio Verzi (Montevideo, Uruguay, 1947). Narrador, ensayista,  periodista y docente .  En 1983 obtuvo el Primer Premio de Narrativa del Certamen Anual Latinoamericano EDUCA  en Costa Rica por la novela “El mismo invisible pecho del cielo”.  Ha publicado las novelas “La otra orilla” (Montevideo, 1987), “Los caballos lunares” (Montevideo, 1991)  y “Toda la muerte” (Montevideo,1999;  mención en la categoría de novela inédita en el concurso anual 1998 del Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay). Su relato “Reliquia familiar” obtuvo el Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar (Cuba, 2004). En ensayo dio a conocer parcialmente el aún inédito: ENTRE LA EXPECTACIÓN Y EL DESENCANTO.  Construcción y autorreconocimiento de la identidad personal en la poesía y la narrativa de Jorge Luis Borges (2010).  
Horacio Verzi ejerció la  docencia en  La Habana, Cuba (1977-1982)  y trabajó como   investigador en el Centro de investigaciones literarias de Casa de las Américas (1981-1985).  Asimismo se desempeñó como redactor, corresponsal y editor de noticias en distintos medios periodísticos en países de América Central y el Caribe.
A su regreso al Uruguay, fundó y dirigió la revista Graffiti y la editorial  homónima (1989-1999). En la actualidad dicta clases en el Centro Regional de Profesores (CERP) de Punta del Este, Uruguay. 



Fernando Butazzoni (Montevideo, 1953). Narrador, ensayista, poeta, guionista y
periodista.  Entre 1972 y 1985, vivió en Chile, Cuba, Nicaragua y Suecia. Luego del proceso electoral puede retornar al Uruguay, donde desarrollaría una intensa actividad periodística y literaria. Fue encargado de páginas culturales del semanario Brecha, director de la Revista de la Universidad de la República, secretario de redacción del matutino La República, corresponsal del diario Clarín de Buenos Aires y director y conductor de programas de radio y TV.
En narrativa ha publicado: Los días de nuestra sangre (cuentos, Cuba, 1979); La noche abierta (novela, Costa Rica, 1982); El tigre y la nieve (novela, Montevideo, 1986); La danza de los perdidos (novela, Montevideo, 1988); La noche en que Gardel lloró en mi alcoba (novela, Montevideo, 1996); Príncipe de la muerte (novela, Montevideo 1997); Mendoza miente (nouvelle, Montevideo, 1998); Libro de brujas novela, (novela, Montevideo, 2002); El tigre y la nieve (novela, Montevideo, 2006); El profeta imperfecto (novela, Montevideo,2007); Un lugar lejano (novela, Montevideo, 2009).
Asimismo ha dado a conocer en crónica  y ensayo Nicaragua: noticias de la guerra (Montevideo, 1986); el volumen de reportajes Seregni-Rosencof Mano a mano (Montevideo, 2002); Los ensayos del Orobon (Montevideo, 1998) y Alabanza de los reinos imaginarios, un recorrido por el castillo del conde de Lautréamont (Montevideo 2004).
Su obra ha recibido diversas distinciones, entre ellas,  los premios Casa de las Américas (Cuba, 1979), EDUCA de narrativa (Costa Rica, 1981),  Bartolomé Hidalgo (Uruguay, 2008) y fue finalista del Planeta-Casa de América (2007) y del Rómulo Gallegos(2009).






a joyful summit of old savages - Andrei Codrescu

heather thomas reads - april 2013


National Poet Laureate W.S. Merwin reads his poems and talks of caring f...

Nadezda Ivanova: 2 Cuentos.

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Nadezda Ivanova



 


Arte anatómico
  
Creoqueteníaonceodoceañosaquelverano. Estaba sola en nuestro apartamento de Moscú esecalurosodíadelmesdejulio.Elaire sepercibíapesadoypolvoriento,ylascortinasestabancerradas paraatajarelsoldemediodía.Noexactamentedóndesehabíanidotodos,oporquémehabían dejadosola;muyraravezmequedabasolaencasa,yrecuerdoquemepaseédehabitaciónenhabitación,aesperasdequellegasenlosadultosdelacasa.
Mientrasdeambulabadelugarenlugarpaséfrenteaungranespejoenelpasilloymi propio reflejomellamólaatención.Meacerquéalplateadovidrioparavermedesdemáscerca.Cosarara, puestoquenuncahesidoesetipodeniña quesepasahorasfrentealespejo.¿Quiénsabe?quizánoteníaesacostumbreporqueeraelúnicoespejograndeenmicasaysiemprehabíagentecaminando deunladoalotro;lapalabra‘privacidad’nofigurabaeneldiccionariofamiliar.
Peroesedíaestabasolaypodíadarmeellujo demirarmeenelespejo.Loquedescubríen primerainstanciamesorprendió:micuerposeveíadiferente;meresultabafamiliar,peroalavezhabía algonuevoenél.Micuriosidadme llevóadeshacerelcinturónqueceñíaelvestidoalrededordemi cuerpo, desabroché el frente, con ambas manos descorrí el escoteydejéquela ropa descendiera lentamente yrevelaramicuerpodesnudo.Esecuerpitodesnudo eraloquesereflejabaenelespejoahora,yloobservéconrenovadointerés.
Mipechoyanoeraplano, lo observébrevementeyderepentetomé entrelosdedosel lápizlabialdemimadrequeestabaalalcancedemismanos.Comencéapintarmelospechossalientesy muy pronto mipielsehallabacubiertadefigurasenformadeflor,ylospezonesseconvirtieronen corazones,tambiénenformadeflor.Meresultabatandivertidotodoesoquenimedicuentadelcorrer de los minutos;noporcuántotiempopaséfrentealespejojugandoconmispechos.
Peroeljuegoseviointerrumpidoporelsonidodelascensorquesubía;eltemordeser descubiertapormispadreshizoquecorrierahaciaelbañoparaquitarmelapinturadelabiosdemis pechos.Paramisorpresa,metomóbastantetiempodeshacermedelcolorrojo.Merestreguélossenos repetidasvecesconjabónyconunaesponja;mipielhastallegóairritarse.Mesequéconunatoalla, rápidamente dejé que el vestido volviera a cubrir mi cuerpito desnudo, corríhacialasaladeestar,me sentéenelsillón,ytratédeasumirmiapariencianormal,comosimimenteestuviesevacía.
Alratollegaronmispadres,elapartamentoretomósuritmonormal,yconorgullomedi cuentadequenadiehabíanotadoelcambioqueenhabíatenidolugaresemediodía.Habíadejado deserunaniña. Teníamiprimersecretodeadulto.




Pintura fresca

Deniña casinuncamegustabalaropaquetenía:eraincómoda,decoloresapagados,yme hacíasentirhorrenda.Hayqueteneren cuentaqueenaquellaépocaenlaUniónSoviéticalaropapara niñoseradifícildeconseguir(bueno,enrealidadlo mismoocurríaconlaropaparaadultos)ylos padresseconsolabanconlaideadequelaropaprolijayabrigadaeramásimportantequeladeestiloo laqueproporcionabaciertacomodidad.
Noerafueradelocomúnqueenunafamilialosniñosmásjóvenesheredaranlaropade
losmayorcitoscuandoéstoscrecían,ydeesamaneramásdeunniñoseveíabeneficiado. Cadaprenda secuidabasobremanera,afindequedurasepormuchotiempo,yalcumplirmisseisañitosmeconvertíenlaherederadeun abrigoacuadrosverdesymarrones,concapuchaycinturóndecuero.Apesardequeelabrigonoeramuycómodo,puestoquelassisaserandemasiadoajustadas,me gustabacómolucíaenmí.
Unatardedesábado,enun díadenoviembre,algunosparientesvinieron a visitarnosycomo latemperaturaeraagradablemimadresugirióquetodosdiésemosunpaseodeapié.Conentusiasmo mepusemiabrigoacuadros,alguienmeayudóaajustarmeelcinturón,ynosfuimosdecaminata.Al salirdenuestroapartamentonotéqueunodelosbancosdeafuerahabíasidoreciénpintado,yadvertía todosdequeelbancoteníapinturafrescayquedebían evitarsentarseenél. El paseo habrá durado más o menos una hora, yduranteesetiempopude disfrutarde algunasdemisactividadesfavoritas alairelibre,comolashamacasyelhacerequilibriosobrelasvigas, peroesadiversiónfue breveporquealosadultosdegolpelesentróhambreydecidieron regresaralapartamento.
Amedidaquenosacercábamosacasacadavezmásme sobrecogíaelcansancioymásymás meveníanlosdeseosdetirarme en algún lugar y descansar;asífuequenibienvielbancoreciénpintadocorrí hacia él ymisentésinsiquiera pensarlo dos veces. Perounavezsentadame invadióesetípicosentimientodeque algono estaba del todo biendeprontome hallépegadacomoconcolasobreelbenditobanco.Mimadre,alver laexpresiónenmirostro,corrióenmiayudaymedespegódelbancomientrasyocomenzabaa sollozarparafinalmentedescollarenplenollantoenelascensor.
¿Quépuedesermásirónicoqueno seguirmispropiosconsejos?¿Porquéningunodelos adultospresentesmeadvirtióencuantoalapinturafrescadelamismamaneraqueyolesadvirtieraa ellosunahoraantes?¿Quéhabríadeserdemiabrigofavorito?¿Podríapasárseloaotroniñodela familiaunavezquemequedarachico a mí?mesentítotalmentedesolada al no poder responder a ninguno de mis interrogantes.
Afortunadamentemiabuelapudoquitarletodaslasmanchasdepinturaamiabrigo,yéste quedósinrastroalgunoqueatestiguaraencuantoamiinfortunio,perono porellodejédesentirme molestacontodoelmundoduranteelrestodeesedía. Estabaabsolutamenteconvencidadequelos adultosno meadvirtieronrespectoalapinturafrescaapropósito,paraluegoreírsedemí.¿Quién sabe?quizáesteincidentemesirvióparadarmecuentadequejamáshabrédepensarquelosdemásme protegerándenada.Encuantoalabrigo,alllegarlasiguienteprimaverayanomecabía,yotroniñode lafamilialo heredóquizáeseniño tambiénpodrácontaralgúndíasupropiocuentosobresuabrigo.

( traducciones del inglés Jorge R. Sagastume)



Nadezda Ivanova nació en Moscú, donde se crió y estudió música, literatura, e ingeniería química. Pasó luego a los EE.UU. para realizar sus estudios de posgrado, donde vive desde el 2004. Es además poeta y cuentista y escribe tanto en ruso como en inglés.

Jorge R. Sagastume nació en Buenos Aires en 1963. Se doctoró en filosofía y letras en la Vanderbilt
Jorge R. Sagastume
University, y además de dictar clases universitarias de literatura hispanoamericana en los EE.UU. se dedica a la escritura y la traducción.  

Kathy Durán: Las geografías de una piel.

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Kathy Durán





















I

¿Cómo desatarme de tu boca,
de ese húmedo placer  que teje mis brillantes cabellos
enredados en la tibieza de tu piel?

Indescifrable son tus brazos rodeándome
sublimes, perfectos,
en las noches inmensas y agitadas
como mareas.

¿Cómo sucumbir al olvido  de tu olor
si en la penumbra imagino cada gestos de placer,
tu fuerte respiración,
tu esplendor vehemente que me asecha,
tan adherida a mis ganas
que a en ti hallo mis fuerzas?

Extasiarme en la profundidad de tus ojos,
en ellos me ilumino,
me envuelven tan tibiamente, poderosamente,
me encuentro entre el rápido ritmo de tus latidos
en la luz que nos atropella sin notarlo.

Te presiento y soy toda deseo
y en estos recuerdos hechos de aroma
soy el susurro más seductor que mi cuello sueña,
el sabor más ardiente,       
el más profundo.

Debo permitirme ser tomada de ese modo,
toda entera, labios y sueño
dejarbme llenar del sabor de tu fuego,
balacearme en tu rígido ímpetu,
sentirme moldeada al antojo de tu deseo,
excitándome, volverme forma en tus dedos,
morderte, saciarme en los oscuros rincones
y que me respires, me sonrojes,
que  colmes esta maravilla.

No negaré nunca este irrebatible sueño,
ni esta noche de la que estoy hecha,
si cuando soy,  eres, somos…
me liberas.

II

Mira hacia el mar,
es tuyo,
escucha al ruiseñor del atardecer entre las olas,
pero recuerda que soy yo
la que siendo hondo rumor, brisa fresca, acaricio tu piel encendida,
soy quien te sueña despierta en la roca, 
espero que llegues,
que me acerques a tu oído
y selle con este verso mío en tus labios
el calor de mis besos.

III

Cuéntame, ¿qué tan arduo será
construir esa piel de tus palabras
en mis ojos ávidos de nuevos amaneceres
para mis geografías?

IV

En las noches los ojos sueñan
lo que la razón impide,
que la realidad no admite,
que el alma no entiende,
y que las palabras no alcanzan a nombrar.

 Ahora, sólo ahora,
comencé a soñar de día,
a ser alba,
a ser vigilia,
pero en algún momento lograré encontrarme
con otra noche,
la noche en la que fui por primera vez,
y tendré  valor para desafiarme,
para alejarme de todas las cosas
sin mirar atrás.

V

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Octavio Paz

No hay respuestas,
ninguna fantasía podría compararse con nuestro momento.
Yo dejo de ser de tiempo y de destiempo,
soy ahora,
también soy aquí.

No me desates,
quedo encendida para siempre en tu abrazo,
sólo en tu baluarte yo encuentro el fuego genuino.

Despojados estamos de toda inhibición
porque el amor nos redimió.
Siente el pálpito de mi sangre –cual caudaloso río
enrojecido y rugiente,
como delta apasionada,
ansiosa de ti.

Mi piel tibia tiembla,
vibra vehemente,
tus besos se esparcen como semillas por mi piel ondulante
en las perfectas noches de pasión desbordada.

Quédate en mi ardor perpetuo...
No dejes de amarme
Y te ofrezco la exaltación de mis poros,
extendida, sin medida,
ni fronteras, sin interrogantes,
sólo con el alma encendida,
porque mis suaves palabras serán sólo
para tus oídos ávidos de luz.

VI

Soñé contigo como si fueras un ser inmortal en mis caderas.
Me aferraste, unías tus labios de luna a mis geografías, 
anclaste incesantemente en mi piel.

Comenzaste a besar cada cosa que era mía,
cada gesto como sombra
fijaste tu mirada en mí y sin decir nada,
tus ojos hablaban de amor.

Luego tus manos jugaban con mis pechos,
tu boca en mis pezones,
tu mano arrebató mi ropa,
arrancó mis bragas mágicamente,
y ya estabas desnudo,
todo erguido,
era placentero escuchar cómo mi respiración
encendía tu deseo.

Era noche cerrada,
pero había arena alrededor de nosotros,
el mar sublime iba,
venía al compás de nuestros movimientos.
Una ola sigilosa se unió
a nuestros cuerpos desnudos
y te pregunté: -¿Es cálido?
Sí, muy cálido-respondiste. 

Tus manos vigorosamente apretaban mis muslos trémulos,
abriste tu boca para que entrara el susurro de la noche
y todo lo que eres lo dejaste 
en mi cálido y húmeda forma que las olas golpeaban.

Vi una estrella caer en el mar
y tú apacible encontraste mis brillantes ojos, 
extenuado,
rodeándome con tus brazos,
en un dulce y seductor momento
nos hicimos uno.

Nuestros cuerpos marcaron la arena
y sobre ella quedó el rastro del cielo,
en ese mismo cielo carmesí donde una estrella fulguró,
y todo terminó en ese destello,
despertando con el sol en mi rostro,
húmeda entre mis sábanas que te conocieron
de la misma forma como mi sueño te tuvo
como un ser inmortal.

VII

Mírame sin los días que me quedan,
sin estas arrugas que me faltan,
sin el credo que mis sueños te dictan,
sin esas pesadas noches que ya son olvido,
sin tiempo cuando vagaba por los bosques lluviosos
buscando un refugio para el alma solitaria.

Aunque sea,
mírame con tu risa antigua,
con el niño cautivo que llevas en tus ojos.

Mírame a pedacitos,
si lo prefieres…
Mírame que mi amor fluye
cual dulcecomo erección.
Mírame aunque fuese con tus letras escribiendo mi nombre.

No es el desierto el que buscas,
no es la noche ausente de astros por donde quisieras volar,
no es en el acostumbrado día en el que ansías caminar,
ni albergar el frío que acumulan tus manos
ahora que en la soledad te detienes.

Mírame sin reparo,
sin ni siquiera saber si duermo desnuda.

Soy la misma que te mira y te desea,
La que se siente llamarada y aroma.

VIII

Te veo detrás de cada sueño
Llamándome como en el rostro de los demás.

Y yo desde el otro lado,
                       aún más triste
                                    aún sin máscara,
                                                       aún sin ti.

 
IX

Piel cómplice o mezcla de sangres
cuando roza el centro de suave paloma.
Manos que también dicen adiós.

María Mercedes Carranza



Que agonía tejerme entre tus brazos,
beber tu aroma en la proximidad de tu piel, estanque perfumado,
sentir tus dedos en la sutil seda que desnuda mi cuerpo,
porque el amor suscitando por tus labios al amanecer se marchita,
porque es tu ausencia la casa que construiste como mi guarida.

Dejar que incendies mi paraíso con tu espada
de fuego es mi pena,
porque es otro paraíso al que amas,
otro árbol perfumado tiene tu verdadero fuego
sin que el tiempo se precipite a robarle tus besos,
porque no hay medida ni distancias en aquella que es tu casa.

Amarte con mis lágrimas,
porque aunque sienta que el mundo se reduce
a dos cuerpos que se aman,
aunque mis tersos muslos se abran a la levedad
del deseo con tu sola mirada,
aunque tu respiración entrecortada diga
mi nombre con tantas ansias,
aunque te ame sin deber entregando mi desnudez ardiente,
vistiéndote de besos,
sé tú cual viajero, cual pájaro emigrarás a tu nido
y sólo te tendré en las cavernas de mi solitaria imaginación.

Y mayor es mi tristeza,
porque seguiré deseándote perdida en el placer que seduce mis labios,
quemándome en el calor de tu mirada sobre mi cuerpo,
con el alma desnuda en tu suspiro,
esperando que aquellas palabras
que no fueron posibles construir en mis oídos,
algún día dejen de ser mi eterna condena.

X

Hoy cerraré mis ojos,
esconderé mis miedos,
exorcizaré las batallas que mi mente propicia,
para mañana abrir mis labios
y nombrar lo que provoca mi sentido al tacto,
dejar salir el calor de mi piel, sofocarme,
seguir sintiendo,
sin permitirme,
sin conceder.


LASGEOGRAFÍAS DE UNA PIEL, POESIA DE KATHY DURÁN.

La poesía llega como un relámpago y llamea en las orillas del papel, sucumbe a cada gesto del lenguaje y se detiene, ingrávida, en un recodo del paisaje dibujado en la mano de Kathy Durán, la mano con la que escribe o con la que tira las barajas. Anochece. Una luz verbal camina como un duende, se yergue, bebe junto a la fuente. Es el poema recorriendo los cadenciosos mapas del caribe, buscando entre sílabas a la ebria musa de los trópicos.  Hace años, desde que aún era niña, Kathy Durán está hecha de adjetivos intensos y de colores profundos que sofocan el paisaje, que sofocan las mareas.
En la poesía  de Kathy Durán hay una exacerbada  e intensa relación con los instintos, con la fábula del cuerpo, con la frágil soledad de las palabras y sus emociones. Cada vez que Kathy Durán toca un verbo irregular, la página respira agitada, lucha con sus emociones.  Entrar en sus marcadas geografías es perderse en arduos continentes de amor y belleza, en el caótico esplendor de una ansiedad inaudita. Veo crecer sus íntimas relaciones con el lenguaje, su comercio intimo con las sombras, veo un mar hechizado atravesando sus sílabas, en mar en llamas que nombran sus labios al llegar la noche, el mar que va y viene a sus espaldas, mientras en el sueño dos cuerpos trazan bajo los astros la topografía de un deseo, la geografías de una piel.

Fernando Denis










Gerard Manley Hopkins, Novedad Editorial, edicionesTokonoma.

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Despierto y siento la piel de la oscuridad



Despierto y siento la piel de la oscuridad, no el día.
¡Qué horas, oh, qué horas negras hemos pasado
esta noche! ¡Cuántas visiones, corazón mío; cuantos caminos recorriste!
Y todavía has de recorrer más, en tanto se demore el alba.

Doy testimonio de cuanto digo. Pero donde digo
horas quiero decir años, quiero decir la vida. Y mi lamento
son innumerables gritos, gritos como  cartas a ciegas lanzados
hacia el queridísimo que vive, ¡ay! tan lejos.

Estoy irritado, lleno de rencor. La más profunda ley de Dios
me ha hecho paladear la amargura: mi sabor era yo;
huesos tallados en mí, carne colmada, sangre rebosante del maleficio.

Autofermentada de espíritu, una insulsa masa se agria. Veo
así a quienes están perdidos y su flagelo ha de ser
como yo soy el mío, sus sudorosos egos; pero aun peor.

Gerard Manley Hopkins

Traducción Delia Pasini.
Series Tokonoma
Editora Amalia Sato.
Buenos Aires, 2013.


Delia Pasini. Nació en Buenos Aires. Poeta y traductora. En poesía ha dado a conocer: Un decir se repite entre mujeres (1979); Los peces de ceniza (1984); Adiós en el original (1985); Títere sin cabeza (1991); De artes y oficios (1998) y Parábola de ciegos (2005.
Ha traducido entre otros autores en lengua inglesa a: Lewis Carroll, Oscar Wilde,  Jane Austen, Christopher Marlowe, Robert Louis Stevenson, Charles Dickens y William Butler Yeats.
 



  

Paul Hoover: Niño en la entrada.

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Paul Hoover




















Las palabras casi han desaparecido
                 la letra impresa desciende de la voz
la voz desciende de la mente
                 el ruido nunca está solo
como podrás oír algo
                 si no existe una nota madre

las antiguas leyes todavía se sostienen
                nuestras pisadas son el producto del hombre
existe un atajo hacia el sol
                a través de  un bosque oscuro

un pensamiento tan cercano a la vida
                tiene su palidez
algo está quieto en el niño
                y algo envejece
todo lo demás es ‘pensar hacia adelante’
                la vida sin estructuras  



(Versión Esteban Moore)



Paul Hoover (Harrisonburg, Virginia, 1946). Poeta, ensayista, docente y editor. Sus ultimos libros de poemas publicadosSonnet 56 (Les Figues Press, 2009); Edge and Fold (Apogee Press, 2006); Poems in Spanish (Omnidawn, 2005); Winter (Mirror), (Flood Editions, 2002); Rehearsal in Black (Salt Publications, 2001); Totem and Shadow: New & Selected Poems(Talisman House, 1999); Viridian (The University of Georgia Press, 1997); and The Novel: A Poem (New Directions, 1990). Codirige junto a Maxine Chernoff la emblemática New American writing.


Anselm Hollo: El sueño de la absoluta representación instantánea.

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Anselm Hollo (1934 -2013)

























Primarias, convenciones, elecciones—
escenificadas espectacularmente sustituyen los viejos sueños
                    de las reuniones ceremoniales alrededor de las fogatas,
el voto directo en las asambleas
                  esa ‘cosa’ anglosajona


Memorias ensoñadas simplemente acerca del tiempo post nomádico
cuando la siembra del rábano era la nueva tecnología
Sabiendo que esto sucedió hace tiempo, allá lejos,
nos gustaría sin embargo acercarnos  al que está cargo
y pronunciar un discurso por lo menos dos veces más largo
                 que el de cualquier otro…

Incluso si la telepatía fuera perfeccionada—
también la comunicación global instantánea—
¿dónde diablos hallaríamos
personas de estado, legisladores, burócratas
capaces de enfrentar esta increíble arremetida
de la información? ¿El resultado no sería acaso
una sobrecarga total, circuitos quemados,
                                 aullantes ataques de nervios?


No obstante cada hormiga sabe exactamente
       que es lo que debe estar haciendo cada segundo de su vida,
todo el proceso organizativo autocontenido
    e informándose a sí mismo—

Para parafrasear a Blaise Pascal, yo preferiría ser
    un confundido, un tonto perdido, una criatura
         peluda de sangre caliente poseedor de lenguaje
para quejarme, alabar, sin importar qué,
antes que ser  el prototipo del microchip que nos propone  la naturaleza.

(Versión Esteban Moore)


Anselm Hollo (Helsinki, Finlandia, 1934- Boulder Colorado, EEUU, 2013) Poeta, Traductor, editor, periodista y docente en Suecia, Alemania, Austria Inglaterra y  Estados Unidos de Norteamérica, país en el residió a partir de 1966. A partir de 1974, dictó talleres de poesía y traducción en la Escuela de Poesía Descorporizada Jack Kerouac, en el Instituto Naropa, fundado por Allen Ginsberg y Anne Walman. 
     


       






De “este lado del mostrador”, conversación con Juan Gelman. (1996)

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Juan Gelman (Buenos Aires,1930-Ciudad de México, 2014)








Entrevista realizada por Horacio Verzi y Esteban Moore, Rosario, junio 1996. Reproducida en Graffiti, No 66, Año 7, Montevideo, Agosto, 1996.




¿Qué ve Gelman luego de estas dos décadas transcurridas a partir de 1976?


Ahora uno se mira mucho menos al espejo (sonríe, luego se pone serio).
Hablando seriamente, acá, lo que hubo es un corte de raíz… que fue el tema del exilio y el tema de la derrota, es decir que en Argentina con la dictadura militar el primer costo fue las desapariciones, los 30 mil desaparecidos, un costo terrible, pero además desapareció un proyecto, desaparecieron ciertas dimensiones de vida que existían antes del golpe. A muchos  les tocó la muerte, a muchos el exilio interior y a algunos el exilio exterior. Uds. saben a mí me desaparecieron un hijo, una nuera que estaba encinta… Yo viví años de una furia impotente, estaba en el exterior, los milicos en el poder, era difícil poder hacer algo y finalmente cuando se van los militares, no pude entrar inmediatamente a la Argentina porque un juez de la dictadura me había hecho un proceso y tenía orden de captura y todo lo demás, eso se pudo arreglar más o menos en el 88, que fue cuando volví y me encontré con otro país.

Así que te encontraste con otro país.

Absolutamente. No es que yo hiciera peregrinaciones, pero por un lado yo pasaba por un lugar, un café, y me decía bueno, en este café me vi con tal o cual compañero… o con Paco Urondo estuvimos aquí, etc.  … Y por sobre todo me encontré con una voluntad de olvido bastante lamentable, el olvido es lo peor que puede ocurrir. Han pasado veinte años desde el golpe y pareciera que algún sector de la sociedad está despertando un poco ¿no?, pero yo sigo sintiendo que la mayoría no quiere “lola”, no quieren saber que ocurrió. Los argumentos que se usan son “bueno, no hay por qué revolver el pasado… ni por qué revolver la mierda…”  Y a mí me parece que todo eso es muy enfermo, una sociedad que está muy enferma. Mientras eso no se aclare, mientras no salte el pus, en la memoria de la gente “la cosa” va a andar cada vez peor, porque esas cosas se agravan….
En la Argentina parece que hay una tradición de olvido. Después del 55, cuando voltean a Perón, hay dos resistencias peronistas que fueron heroicas, en las que participó la clase obrera… Fue bastante notable y de eso no hay registro, salvo lo que viene del punto de vista oficial.
Tengo un nieto que hasta el último grado de la primaria, que  terminó el año pasado, en historia argentina sólo llegó hasta Yrigoyen y después de Yrigoyen ni medio. Por otro lado existen esfuerzos que están realizando las Madres, los Hijos de Desaparecidos, lo que hacen algunos maestros o profesores… Pero, en la última reforma del programa básico que se ha hecho en la Argentina, aparte de que gracias a la iglesia Darwin tuvo que salir rápidamente del programa por lo de la teoría de la evolución, en cuanto al tema de la democracia se toca lo que es democracia y gobiernos autoritarios, pero no existe la palabra dictadura.
Es lo que dijo la Kirpatrick en las Naciones Unidas en aquél entonces, que además era especialista en peronismo: que los gobiernos enemigos como Cuba son dictaduras ¿no?, lo dijo en aquella época en que había dictaduras en la totalidad del Cono Sur y que éstas en cambio no eran dictaduras, eran gobiernos amigos, gobiernos autoritarios… entonces… se han estratificado una cantidad de complicidades…


Pero algo ha cambiado.

Los militares se fueron pero esa complicidades siguen existiendo en todos los niveles: en la iglesia, el empresariado, dirigentes sindicales, partidos políticos… Se supone que los radicales son muy democráticos pero votaron la Ley de Obediencia Debida que propuso Alfonsín, votaron la Ley de Punto Final, que fueron leyes que perdonaron a mayor cantidad de militares… Después, lo del Indulto fue definitivo… De manera que yo no veo una perspectiva política hoy aquí.

¿La construcción  de una nueva perspectiva política?

Sí, sí la construcción de una izquierda…


¿Cómo funciona todo esto en la obra poética de Gelman poeta?

Debo aclarar que ahora no estoy exiliado, yo elegí vivir afuera.

Nos referimos a todo el período del 76 en adelante. ¿Cómo funcionaba la creación poética?

Desde el punto de vista de la poesía funcionó de distintos modos. Hubo una época en que me atrajo mucho volver a leer a los místicos: san Juan de la Cruz, Santa Teresa, porque en ellos está muy presente la idea del exilio, parea ellos de Dios, para mí del país. Leí también mucho la Cábala, me interesó en ella la visión exiliar de la vida, la visión exiliar de la historia y eso despertaba otras cosas. En el exilio por lo general, además de trabajar, hay tiempo para leer… Y siempre la idea de volver.

¿Siempre la idea de volver?

Sí, porque Uds. sabrán a nadie le gusta que lo echen, que uno se vaya es otra cosa. Viví en países como Italia y Francia  con otra lengua, el francés hablado me vino bien en el que existe una diferencia. En cambio en Roma no, porque el italiano es una lengua tan líquida que se me metía en la oreja y yo, francamente, no estaba para dulzuras. Para sacarme esa influencia escribí una serie de sonetos pornográficos en romanesco, para sacármelo de la oreja….

¿A la manera de Belli? [1]


Sí, claro. Los de él son mucho mejores… Era una manera de sacarme ese ruido…  que es una cosa tan florida, musical dulce. Menos fuerte que nuestro castellano. Esta fue la primera parte del exilio… Pero debo decir que nunca tuve la tentación o el deseo de escribir en otra lengua como ocurrió con algún otro poeta, Wilcock por ejemplo, que escribió en italiano y excelentemente.

En esos años, durante la primera fase de tu exilio, con el italiano permeándote la oreja ¿cómo funciona en Gelman la traducción? Porque desde la publicación de los poemas de Sidney West has jugado mucho con la idea de la versión.

Sí, pero en este caso nada que ver. Yo tenía la necesidad de una expresión propia y de lo que sentía, y las sensaciones que tenía no estaban en relación con la musicalidad de la lengua italiana, al contrario, sentía una cosa embromada. Además  los romanos son simpáticos, esa vida era una vida bastante amable, o lo era en aquel entonces, en el sentido de la cortesía y la simpatía de la gente y lo demás. En fin… Es otra historia, no es el tema literario de la versión.

¿En castellano cómo funciona?

Bueno, por un lado existen identidades falsas, como la de un poeta llamado Yamanocuchi Ando.

¿‘Sidney’ West es un homenaje a la antología de Spoon River?

No lo creo, porque no o pensé de ese modo. En primer lugar ‘Sidney West está en tercera persona, en segundo lugar me parece que hay una visión bastante irónica de la muerte, cosa que no tiene lo de ‘Spoon River’, como no lo tiene el poema de Borges sobre Narciso de Laprida, es otra cosa, digamos que es otro ámbito… bueno, pero eso fue un asunto de falsas  identidades; la otra cuestión es un libro que se llama ‘Composiciones ’ donde hay traducciones, en algunos casos versiones, pero en muchos casos era tomar digamos una materia que estaba ahí en el poema ajeno y transformarla, así que en realidad son reescrituras. Me han pasado cosas extrañas con el tema de la traducción: en cierto momento me puse a traducir a Cavalcanti, hace unos años, pero a traducirlo en serio, como si uno fuera un traductor… y lo que me pasó fue que traduciendo el sexto o séptimo soneto, al llegar a los últimos tercetos tuve que escribir otra cosa, esos misterios no sé cómo se dan….

¿Escribir otra cosa para lograr la equivalencia?

No, no, se podían traducir perfectamente.

Pero terminaste produciendo tu propia versión.

Sí.

¿El traductor  tiene derecho a elegir elementos del original?

Sí, pero no se puede, digamos,  cambiar lo que dice el texto. Se pueden realizar versiones, aproximaciones ¿no? pero no cambiar lo que dice el texto.

Escribiste durante muchos años, publicaste tus libros, sobrevino el exilio y ahora en esta etapa está viviendo la reedición de tu obra. ‘Como vivís este fenómeno, lo ves desde
un ‘afuera’?

Sí. Cuando el libro sale ya es de otro, lo lean o no lo lean, ya uno se lo sacó de encima y lo lee como lo lee otro. A veces uno se extraña de haber escrito tan bien o tan mal…Bueno… que uno lo haya escrito no es tan malo, el problema es que se haya publicado. También existe, como Uds. saben, una insatisfacción, siempre: ‘de este lado del mostrador’ la distancia entre lo que uno pretende decir y lo que no se alcanza a expresar; del lado del  lector tiene que ver con la relación del lector con el poema.

¿La poesía responde de alguna manera a todos estos fenómenos que vos señalás?

Sí, pero a la vez creo que en determinado momento de una crisis de una sociedad, la gente busca la poesía como respuesta, así como busca otras cosas. Ami eso me llama la atención. Yo estuve en el festival que se hace en Medellín todos los años, de esto hace un par de años. Medellín es una ciudad violentísima [2]¿no? Bueno un día estábamos en el café del restaurant del hotel y viene una chica palidísima y nos contó como vio desde un colectivo, y todos los que estaban ahí con ella también, vio como dos muchachos jóvenes apuñalaban a una chica de unos 15 años, y nadie se había movido. Yo ví, un domingo a las 11 de la mañana, como dos chicos, uno de 12 años y el otro de 8 años, más o menos, seguían a una mujer por la calle para robarla, había gente en la calle, todos sabían que la iban a asaltar, comenzando por la propia mujer, nadie se movió, ella no pidió ayuda, sabría que era inútil, esos chicos van armados, a lo mejor no con una pistola, pero sí llevan cuchillo. Luego los titulares de los diarios  relatan la cantidad de muertos del fin de semana. Sin embargo, en el acto de cierra de ese festival se reúnen en un lugar público 5 o 6 mil personas, ¡6 mil!  Que asisten con sus niños, la familia […]  ¡vienen a escuchar poesía!

¿No te parece  que el público busca encontrarse, socializar?

Es algo que me lo pregunto ¿por qué con la poesía? Podría ser otra cosa ¿no? Yo creo que tiene que ver con el tema de la crisis que es más que económica, es una crisis espiritual, de todo tipo y pienso que esas son las cosas que inciden en este fenómeno.

¿Pensás a menudo en el regreso?

Bueno… regreso todos los años. Pero a vivir no. Fíjense, en una de esas vueltas iba caminando por Florida con un amigo periodista cuando me dice ¿Sabés con quién nos cruzamos hace 5 minutos? “No”, le contesté. El general ‘fulano’ me dice. Se trataba del tipo que estaba a cargo del campo donde tuvieron a mi hijo… y… poco después de que hallaran los restos de mi hijo Menem saca el indulto… (largo silencio)  Entonces  hay una especie de impotencia extraordinaria (otro silencio). He visto gente que se ha achanchado, reciclado con el poder, gente que vive amargada, que no lee los diarios… ¿Qué te queda, agarrar una metra? ¿Qué hacés con eso? Nada, absolutamente nada. este es mi sentimiento ahora, no sé si va a variar. En cierta forma me siento extranjero en la Argentina. En México también, pero México es un país extranjero. Es más normal ejercer una extranjería en México. En la Argentina es insoportable. Por ahora las cosas son así… Si cambia, bién; si amina la furia… bién...  si no…

¿En un contexto más global, pensando en el conjunto de América Latina, que oportunidades tienen?

Todo está muy duro. En México la situación tampoco es buena. Allí están aplicando la misma política neoliberal, que en realidad domina a todos nuestros países. ha aumentado la desocupación, la pobreza… en fin, esta es la situación generalizada.

¿En el campo estético percibís tendencias, movimientos, convergencias?

No sabría decirte. Lo que pasa es que hay una cantidad de conceptos que son, por ejemplo, el de ‘generación’, falsos en definitiva. Lo que hay son poetas… Y en cuanto a  las tendencias no sé qué decirte… En ocasiones se conforman ciertas tendencias, pero más bien me parecen coincidencias en algunos grupos, en algunos poetas, con el tiempo se disuelven. Cada quien  toma un camino entonces... ¿Qué puedo decir de las tendencias? Creo que cada poeta tiene una voz, después no creo en generaciones o tendencias… aunque las haya.

En estos años del exilio, vos, un poeta con el oído puesto en el habla cotidiana ¿‘no has sentido e l temor de perder las marcas gelmanianas en tus textos?


Están o no están, no es una cuestión de voluntad. ¿Sabés lo que pasó cuando salió el libro de ‘Sidney West’? En el Partido Comunista Argentino me criticaron mucho; se preguntaban  “¿qué es esto?”, este tipo está en el cosmopolitismo más absoluto, “¿por qué pone Chicago en lugar de Rosario?” “¿  por qué pone Sidney West en lugar Juan Pérez” y una cantidad de cosas por el estilo. Raúl González Tuñon, que por cierto estaba ahí, le gustó el libro, me dijo: “Tiene un aire de poesía traducida, pero esta es cien por cien poesía porteña”. Esa es la historia, no se puede inventar, no se puede querer hacerlo, sale o no sale. Raúl me decía que conocía a algunos porteños de Corrientes y Esmeralda que eran más franceses que las obras de Musset.

¿El tener que vivir alejado de tus raíces no te dio temor a perder lo circundante?

No. Sabés lo que pasa: yo salí afuera a los 45 años, cuando uno ya está, digamos, muy formado, muy hecho, o deformado. Trabajé muchos años como traductor, como traductor profesional, y me interesa la traducción en el sentido de que cada lengua posee una cosmovisión, y existen a partir de esto cosas absolutamente intraducibles, se pueden utilizar expresiones que quieran significar algo parecido, en ese sentido esto es muy interesante, pero todo esto me sirvió para marcar una distancia. De hecho me dicen que en mis poemas hay muchas cosas intraducibles… al inglés por ejemplo, o presentan dificultades para traducirlas al francés…

¿Colaboraste directamente en el proceso de traducción de tus textos al francés?

Sí. Los traductores eran un grupo que oscilaba entre 10 y 12 personas.


¿Todos traductores?

Todos poetas. Algunos conocían ambos idiomas, otros no conocían el castellano, lo que produce una buena combinación, porque el traductor se contamina de  lo que traduce. Sucedía que un poeta que conocía ambas lenguas  traducía un verso e inmediatamente otro poeta que no conocía el castellano le señalaba que eso en francés no era muy correcto, había que corregirlo… Es un sistema muy interesante. Me tocó trabajar con gente muy inteligente, además participó un poeta francés, Claude Estevan, de origen español, que es perfectamente bilingüe, incluso ha escrito poesía en español. Fue muy interesante pues había cosas en poemas que eran una especie de jitanjáforas y ellos inventaron jitanjáforas en francés. Digamos que no era una traducción literal pero se lograba el mismo efecto. Fue una experiencia realmente única. Aunque al principio me chocó un poco la idea de trabajar con poetas que no supieran el castellano, se trató de una experiencia realmente única.

¿Sin embargo trabajaron armoniosamente y este sistema les permitió percibir otra dimensión del texto?

Sí, porque siempre corremos el riesgo de pegarnos a la sintaxis de la otra lengua, que de pronto, sin darnos cuenta la reproducimos. El francés posee una sintaxis de una rigidez espantosa y lo que pasó con estos poetas es que flexibilizaron de tal manera la traducción que sin ser incorrecta desde el punto de vista del francés, es más abierta. Me sorprendió mucho, porque yo estuve exiliado varios años en Francia y durante esos años hubo interés en editarme, pero recuerdo que me reunía con un poeta francés que al traducir yo le preguntaba si en francés no se podía decir de otro modo o de tal modo, y él me contestaba: “Eso no es francés”. Y entonces lo que ocurría era que el poema resultaba un mal poema en francés.

 ¿Durante la década del 60, por ejemplo cuando escribías poemas como “Anclao en París”, cuales fueron tus lecturas?

En general siempre leí de todo… Ahora tendría que hacer un esfuerzo por recordar… Poesía francesa siempre, inglesa, norteamericana y sobre todo latinoamericana… La historia con los místicos que ya había leído se produce en el exilio.

¿Una búsqueda para llenar el vacío producido por el exilio?

Siento por ellos una relación directa.

¿Respecto de “Dibaxu”, en qué lengua fue escrita la primera versión?

La primera fue en ladino.

¿Cómo funcionó el deseo de escribir en ladino?

Así tenía que hacerlo después de escribir  “Citas y comentarios”, que son citas y comentarios a los místicos. Cuando hice todo eso me familiarice mucho más con el castellano del siglo XVI y en cierto modo tuve necesidad de ir más abajo todavía…  es decir a zonas más exiliadas de la lengua. lo que me encanta del ladino es el candor que tiene, ese castellano en estado naciente ¿no? Que tiene una forma de construir la sintaxis…. las palabras…. los diminutivos…

Una impresión general que tenemos es que “Dibaxu” es de alguna manera un Gelman de la primera época…

Y además esa especie de mundo infantil para nosotros, hoy, de la lengua, que es muy apasionante, estos textos salen a lo largo de los años.

¿No fueron escritos en un período determinado?

En general los iba escribiendo, nunca los pensé como un libro.

¿Un ejercicio?

No. No era un ejercicio, era como una necesidad de hacerlo. En general diría que yo escribo series de poemas, más, menos; regulares, malos, buenos. Ovidio le obsequió un libro a un amigo y en la dedicatoria relata que escribió: “Te regalo este libro que tiene algunos poemas buenos, muchos poemas mediocres y bastantes poemas malos” ¿pero de que otra manera se puede hacer un libro?

¿Cuando hablás de series de poemas significás que escribías varios de un tirón?


El ‘tirón’ puede durar dos o tres meses, un año, en fin… Pero siempre dentro de la misma obsesión, dentro de un mismo ámbito. Lo que me sucedió con “Dibaxu” fue distinto, fui escribiendo y después  en la editorial me pidieron material nuevo, y luego pensaron que eso  podía ser, pero para mí eso fue como la culminación de esa otra búsqueda, la cosa con los místicos no es sólo ese sentimiento de presencia ausente de lo amado, es también la lengua, que es fundamental.  Y a mí me parece que nosotros en conjunto, en América Latina estamos, desde el punto de vista de la lengua, en una situación pre-Siglo de Oro en España, cuando se cerraron todos los caminos. Eso ocurrió con el francés, con el inglés. El castellanoera una lengua que tenía una serie de avenidas que se fueron cerrando con el tiempo.

Cuando te referís a las lenguas y la cosmovisión en particular de cada una de ellas ¿no tenés la impresión que en la América Latina hispanohablante poseemos una única lengua con diversidad de construcciones culturales que producen divergencias dentro de la misma cosmovisión?

Por supuesto. Tenemos también el hecho de que  por ejemplo los indígenas ahora entren en el castellano. Uds. saben que en Guatemala durante cuatro siglos no hablaron el castellano, y curiosamente le decían ladino al indio que sí lo hablaba.  O en Chiapas, que ahora están comenzando a hablar el castellano. Entonces ellos entran en la lengua y la hacen explotar con la sintaxis indígena; sucede con la traducción. Por ejemplo en Chiapas un indio puede decir en castellano“me voy a morir” y lo que dice es que está enfermo, no que se va a morir ¿comprenden? Estos son fenómenos  que se producen dentro de la lengua que son muy interesantes. Esto está sucediendo actual mente lo cual abre de nuevo, me parece a mí, avenidas que existieron en los siglos XIV y XV. Bueno, todas las gramáticas españolas eran diferentes unas de otras, porque el idioma no estaba fijado. El primer obispo de Guatemala a principios del siglo XVII escribió unas cartas que son de locura, con párrafos de una página o página y media, con relativas etc. Es extraordinario porque uno puede entenderlo todo. Este fue un tema que también le interesó a Cardenal en “El estrecho dudoso”, pero me parece que él ahí hace una traslación muy estricta de esa lengua, mientras que esa lengua podía permitir otras cosas, otros desarrollos.

¿No te parece  q ue la oralidad propone una serie de diferencias en el continente y que aún no penetran la lengua escrita?


Supongo que sí. es notable lo que con eso. Hace bastantes años fui jurado de poesía del premio Casa de las Américas y uno de los jurados de narrativa, Juan Bosch, se oponía a que premiaran Arturo Arias por la novela “Itzan na”. Fue una polémica extraordinaria. Increíble, porque resultó que menos mal  estaba Otero Silva, porque Juan Bosch no la quería premiar porque Arias escribía “Ella” en lugar de “Ella”, cosas así y es un libro notable que me gusta mucho: toda la cosmovisión india, la cacería de indios, un libro con una gran denuncia. Y además literariamente se trata de una cosa muy seria: la negación de la sintaxis del castellano. Sería útil que se lo reconociese y se lo recogiera y a Arias también.


*Entrevista realizada por Horacio Verzi y Esteban Moore, Rosario, junio 1996. Reproducida en Graffiti, No 66, Año 7, Montevideo, Agosto, 1996.


 




[1]Giuseppe Gioachino Belli (1791-1863).

[2] Juan Gelman se refiere a la edición del Festival Internacional de Poesía de Medellín correspondiente a 1994.  A partir de entonces la situación política y social ha cambiado radicalmente. He sido invitado a este festival en 1995, 2005, 2010. Y puedo atestiguar como la  Medellín de 1995, en la que ocurrieron varios atentados dinamiteros, como el del Pájaro de Botero donde una bomba asesinó a decenas de paisas, ha cambiado. Ya en 2005 y en el 2010 era una ciudad en la que se podía caminar hasta la madrugada. En estos cambios ha tenido un protagonismo esencial el festival dirigido por Fernando Rendón y su trabajo por la paz.

Esteban Moore, Juan Gelman, Horacio Verzi (Rosario1996)


Frank O’Hara: Ave Maria.

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Frank O'Hara (1926-1966)






















Madres de América
                                 denles permiso a sus niños para que vayan al cine!
sáquenlos de la casa
                 de esta manera ellos no sabrán cuales son las intenciones de mamá  
es verdad que el aire fresco reconforta el cuerpo
                                                                                      pero qué del alma
que crece en la oscuridad, en la que se graban en relieve imágenes plateadas
y cuando llegues a la vejez que sin duda habrá de llegar
                                                                                       ellos no te odiarán
no te criticarán
                          ellos no sabrán
                                                     ellos estarán en algún país encantador
que vieron por primera vez en la matinée de los sábados o haciéndose la rabona
quizás ellos incluso te estarán agradecidos
                                                                            por su primera experiencia sexual  
que sólo te costó un cuarto de dólar
                                                                     y no perturbó la paz hogareña
ellos sabrán de donde  vienen   los chocolatines
                                                                             y las gratuitas bolsas de pochoclo
tan gratuitas como salir del cine antes del final de la película
con un agradable desconocido cuyo departamento
                                                             está en el Cielo del edificio Tierra
cerca del puente Williamsburg
                                                          ah, sí madres de América han hecho muy felices
                                                                       a sus pendejitos*
 porque si nadie se los levanta en las sombras del cinematógrafo
ellos nada sabrán de la diferencia
                                             y si alguien lo hace será  una fiesta
y ellos se habrán entretenido de un modo u otro
en lugar  de aburrirse en el patio
                                                         o en sus habitaciones
                                                                                     odiando a sus madres prematuramente
pues todavía  no han hecho nada horriblemente mezquino
excepto haberlos mantenido apartados de los goces más oscuros
                                       esto último es imperdonable
así que no me culpen si no aceptan mi consejo
                                                                     y la familia se resquebraja
y tus niños se hacen viejos frente a la pantalla del televisor                                     
                                                                                                    mirando
películas que no los dejaba ver cuando eran jóvenes 

*Buenos Aires: púberes.   

(Versión Esteban Moore-Vanesa Malrossa)


Francis Russell O'Hara (Baltimore, 1926-Long Island, 1966, EEUU) Poeta, músico, dramaturgo y crítico de arte. Miembro central de la Escuela de poesía de Nueva York.


Maxine Chernoff « Omnidawn Publishing.m4v

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